Château de Fontainebleau: Entrada prioritaria
Destacados
- Obtén un pase preferente a Fontainebleau: el único palacio real e imperial que ha sido habitado de forma continua durante ocho siglos
- Descubre las capillas, galerías y apartamentos para huéspedes que fueron utilizados por los monarcas franceses, visitantes y sus acompañantes, y admira la cama de María Antonieta, el trono de Napoleón, entre muchos otros elementos de interés
- Explora las 1500 habitaciones del palacio y sus 130 hectáreas de parques y jardines; visita los museos e intenta imaginar cómo sería crecer en un lugar como este
Resumen
Descripción
Puedes disfrutar de tantas series históricas como desees, pero Keira Knightley y sus compañeras no alcanzan ni de lejos lo que habrá sido realmente vivir en el Château de Fontainebleau. Esta residencia aristocrática ha sido testigo de todo tipo de eventos suntuosos a lo largo de ocho siglos. Las paredes no hablan, pero sí pueden mostrarte cómo era la época dorada de la realeza francesa. Consigue una entrada preferente y evita las colas (¡como habrían hecho los de sangre azul!).
El Château de Fontainebleau se encuentra rodeado de 130 hectáreas de hermosos parques y jardines, y fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1981, aunque la primera mención registrada que poseemos del palacio es una carta real sellada en 1137. Entrar en este sitio implica, sin dudas, sumergirse en su atmósfera imperial.
Quedarás sorprendido por la lujosa decoración de los apartamentos de la realeza, diseñados para la corte de Napoleón III. Observarás la cama de María Antonieta, el trono de Napoleón y el retrato de la Emperatriz Josefina en su vestimenta de coronación, firmado por François Gérard en 1807. Tendrás la oportunidad de pasear por los pasillos donde los nobles solían socializar y chismorrear, y conocer tres capillas de estilo decadente y cuatro museos de arte.
Napoléon se encargó personalmente de la restauración del palacio después de la revolución, en 1814, y en sus memorias se refirió a esta edificación como "la verdadera morada de los reyes". Luis XIII tuvo una infancia feliz aquí, creciendo entre lecciones de caza, tenis y dibujo. Con más de 1500 habitaciones, el Château de Fontainebleau era, y sigue siendo en la actualidad, un magnífico laberinto que combina la belleza, la historia y la arquitectura francesas.
