La Torre Inclinada de Pisa: Entrada reservada

La has encontrado en películas, dibujos animados y (probablemente) en muchas fotos cursis. Sin embargo, cuando dejes atrás las concurridas calles de Pisa y por fin puedas contemplar con claridad la Torre Inclinada, comprenderás por qué es tan icónica. Este célebre edificio es en verdad el campanario de la catedral cercana. Para disfrutar al máximo tu visita a la Piazza dei Miracoli, asegúrate de explorar ambos lugares.

Al llegar a la plaza, tus ojos son instantáneamente cautivados por la torre inconfundible, pero eso es solo el comienzo. No es sorprendente que este sitio sea llamado "Plaza de los Milagros". Además, tantas cosas salieron mal durante la historia de la Torre de Pisa, desde una fundación famosamente deficiente hasta que los nazis la usaron como mirador, que su existencia continua es realmente milagrosa.

Una vez que hayas terminado de maravillarte con el impresionante exterior de mármol de la Torre de Pisa (y de tomarte unas cuantas fotos de "¡Mírame, estoy sosteniendo la torre!"), sube al campanario inclinado. Desde su cima, podrás disfrutar de unas vistas magníficas y quizás incluso escucharás sonar sus siete campanas, una por cada nota musical.

En 1944, la torre estuvo al borde del colapso, pero su belleza le salvó la vida. El sargento estadounidense Leon Weckstein quedó tan impresionado por su esplendor que no quiso ordenar un ataque de artillería contra los nazis que estaban utilizando la torre como puesto de observación.

Si ya estabas considerando visitar estos dos sitios, ten en cuenta que la torre ha pasado por largos periodos de cierre en el pasado, con el objetivo de fortalecer su estructura. Ahora tienes la oportunidad de admirarla y ascender a ella en toda su majestuosidad. ¡Aprovecha al máximo tu día!